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Lorenzo Silva: «Ser prolífico es sospechoso» – Télam

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Lorenzo Silva

Lorenzo Silva

Un buen antdoto para abandonar los prejuicios que dictan que un escritor que ha escrito a los 54 aos casi 60 novelas, que lleva publicada una docena con los mismos protagonistas, solo puede hacer literatura pasatista es leer «El mal de Corcira», en la cual Lorenzo Silva no solo da nuevamente vida a los detectives Bevilacqua y Chamorro sino que con homenajes y recursos refinados de la lengua brinda al lector un largo aliento de 540 pginas de placer.

En esta nueva novela de los detectives Bevilacqua y Chamorro, publicada por Destino, el autor deja en claro que los personajes solo llegan a las profundidades de la verdad de un crimen si estn juntos. Silva declara que su intencin de que Chamorro se ausente durante la primera mitad del libro es una manera de demostrar, precisamente, lo importante que es su presencia.

Silva naci en Madrid en 1966 y ha obtenido varios premios por su obra narrativa y sus novelas de la serie Bevilacqua, que ha sido llevada al cine. Escribe guiones de sus propios libros y se dedica a la escritura desde hace 43 aos, veinte en exclusividad.

– Tlam: En esta novela queda claro que Bevilacqua no logra resolver el crimen si su compaera Chamorro est ausente?

– Lorenzo Silva: Es as, no porque Bevilacqua no sea capaz ni porque quien le acompaa sea incompetente (que no lo es) sino porque los dos han desarrollado una manera de analizar la realidad, el uno con el otro, que efectivamente solo funciona si estn juntos. Cuando ella ya est en condiciones de meterse y de tomar directamente las impresiones, ah es donde la historia adquiere su densidad. De entrada la trama que aparece de manera espontnea y natural es ms superficial y sin embargo para calar en la verdadera trama hay que bajar ms a las profundidades y eso lo hacen ms cmodo los dos juntos.

-T.: El narrador hace mucho hincapi en las caractersticas del grupo terrorista ETA antes y despus del franquismo En qu consiste esa diferencia?

– L. S.: El protagonista solo conoce profesionalmente al terrorismo de ETA bastante despus de llegada la democracia en Espaa, es decir en un momento en el que el pas empieza a tener un estado de derecho con todas las letras. l trabaja en la lucha antiterrorista de la democracia, pero en los grupos de seguridad quedaban personas que haban estado en esa lucha que no se atenan a las reglas del estado de derecho y, por otra parte, en el campo etarra muchas personas buscaban la legitimacin del asesinato poltico -para llamar a las cosas por su nombre- precisamente en la represin de la dictadura.

Esa situacin cambia dramticamente en la democracia: lo primero que hace el gobierno es darles una amnista total a todos los etarras, incluso a los que cometieron media docena de asesinatos. Se pas de luchar contra la dictadura, lo que le vena bien a ETA, porque la batalla de la comunicacin internacional siempre la ganaba. La historia franquista era muy brutal y torpe y al final siempre ETA apareca en los medios internacionales como una organizacin de liberacin.

Mi personaje Bevilacqua se incorpora a la lucha antiterrorista cuando ETA empieza en democracia una campaa de asesinatos indiscriminados a poner bombas en distintos lugares sabiendo que iban a morir nios. Ah pierden toda legitimidad y el Estado la gan porque dej de torturar y de utilizar la guerra sucia.

– T.: Cul es para el personaje el significado de patria que permite una independizacin?

– L. S.: La patria es un sentimiento individual, cuando ese sentimiento individual prende de una manera masiva en un colectivo pues normalmente eso exige una traduccin en un nuevo tipo de forma institucional. La cuestin es que en el Pas Vasco existe una lengua muy minoritaria entre ellos y lo ms relevante es que el sentimiento de independencia es algo que nunca ha tenido de una manera clara ms all de una minora. El error de es minora fue pensar que poderosamente armados pudieran formar una patria.

Para construir una patria en la Europa occidental lo que hace falta es el sentimiento de una comunidad poltica que sea capaz de imponerse en las urnas con claridad, sin eso es muy difcil que se pueda construir una patria adems que suponga excluir la pertenencia a otro estado. La patria, insisto, es un sentimiento individual, si uno tiene una lengua, un sentimiento de pertenencia y una tierra en el est esa patria, la cuestin es en qu medida esa persona que siente una patria dentro de s tiene derecho a imponrsela a todos sus vecinos.

– T.: Por qu le dicen Gardelito al personaje de Bevilacqua?

– L. S.: Dentro de un colectivo el lugar de dnde eres normalmente te suele marcar mucho, sobre todo si eres el nico de ese lugar. Bevilacqua es el nico que es uruguayo, eso ya le hace llamar poderosamente la atencin a sus compaeros y, adems, coincide que convive con un personaje que le gusta buscar apodos y lo llama «Gardelito», porque es lo que le suena a uruguayo y se mete en esa hondura de si el cantor era argentino o era uruguayo. Que Bevilacqua sea sudaca, adems, le da un punto de extraamiento respecto de su propio pas, una conciencia de singularidad. El protagonista muchas veces lo utiliza con esa especie de coquetera que algunas veces tiene uno cuando hay algo que puede parecer una desventaja, esa coquetera de la desventaja, por ejemplo en otra novela de la serie dice cuando no entiende algo: «Me van a perdonar pero yo soy sudaca y lo veo todo del revs».

– T.: El cambio de la tecnologa en la investigacin policial ha avanzado en tus novelas al ritmo de la realidad?

– L. S.: Totalmente. La primera de las novelas es una investigacin casi artesanal porque para empezar Bevilacqua ni tiene telfono mvil, es ms, hay una frase en ese libro que dice: «nunca tendr un telfono mvil» y vaya que lo acaba teniendo. A veces no nos damos cuenta de hasta qu punto est hiper tecnologizacin en nuestra vida no solo nos expone como individuos sino que tambin va levantando actas de nuestros movimientos que a veces ni siquiera sospechamos. La polica las aprovecha absolutamente a todas.

Me sorprendi mucho, por ejemplo, un detalle.

– T.: Cunto condiciona la escritura saber que tus novelas son llevadas al cine?

– L. S.: Cada vez menos y menos an desde que empec a escribir guiones. Yo yo escrib el guin de la adaptacin de mi novela «La flaqueza del bolchevique», he escrito otros guiones para un par de pelculas de televisin y para series y es tan venturosamente diferente la escritura literaria que cuando vuelvo a escribir una novela disfruto de esa diferencia. La literatura te permite una libertad y una densidad que la escritura cinematogrfica es muy difcil que por su propia naturaleza pueda tener. Sobre todo es muy difcil que te dejen esa libertad por cuestiones comerciales.

– T.: Sents que existe el prejuicio de que quien escribe mucho no lo hace bien?

– L. S.: Voy a decir algo en mi descargo, porque s que ser prolfico es sospechoso: yo llevo 43 aos escribiendo y adems veinte hacindolo en exclusiva. Durante las primeras dos dcadas yo trabajaba muchsimas horas como abogado, entonces aprend a araar el tiempo donde no lo haba. Ahora que solo me dedico a escribir y me parece una suerte poder dedicar todo mi tiempo a la creacin lo hago como si no hubiera un maana. No me dejo tiempo casi de barbecho, porque realmente me parece una felicidad poder crear todo el tiempo.

-T.: Cmo responden los guardias civiles que te leen a tus personajes?

– L. S.: Me pasa que vienen muchos guardias civiles jvenes a la Feria del Libro a que le firme y me dicen que son guardias civiles por haber ledo mis novelas. Eso es sobrecogedor: les digo que espero que no se hayan arrepentido. Todos saben que si tengo que sacar en mis novelas a un guardia civil corrupto o torturador lo hago y a las pruebas me remito con esta novela.



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