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El intento de toma del Capitolio
Chad Wolf, el secretario de Seguridad Interior en funciones de Estados Unidos y el hombre a cargo de las fuerzas de seguridad federales, renunció este lunes, según una carta que obtuvo la prensa local, a solo nueve días de la asunción presidencial del opositor Joe Biden y cuando autoridades políticas y el FBI advierten sobre posibles protestas masivas violentas en los próximos días en todo el país.
Wolf se convirtió en el tercer miembro del gabinete del presidente saliente Donald Trump en renunciar, tras el violento ataque al Capitolio, la sede del Congreso federal, por parte de seguidores del mandatario el miércoles pasado, en un intento por evitar la proclamación de la victoria electoral de Biden.
La renuncia de Wolf se produce en medio de una mayor preocupacin por la seguridad a raz del ataque al Capitolio de EE.UU. y pocos das antes de la transicin de las administraciones. https://t.co/E47PRw5t0M
— CNN en Espaol (@CNNEE) January 11, 2021
Antes de Wolf, renunciaron la secretaria de Transporte, Eleaine Chao, y su par de Educación, Betsy DeVos, al igual que otros funcionarios de menor rango. Ninguno condenó abiertamente la arenga de Trump a sus simpatizantes antes del ataque, pero dejaron entender que su salida del Gobierno se debía a la forma en que el presidente se manejó.
En su carta de renuncia, Wolf explicó: «Se debe a los recientes eventos, incluyendo los continuos y sin mérito fallos judiciales sobre la validez de mi autoridad como secretario en funciones», según el canal CNBC.
De manera menos críptica, el ahora exsecretario de Seguridad Interior había pedido la semana pasada a Trump que condenara el ataque al Capitolio.
«Esto es inaceptable. Estas acciones violentas son inconcebibles y le imploro al presidente y a todos los funcionarios electos que condenen de la manera más contundente la violencia que sucedió ayer», afirmó en un comunicado el jueves pasado.
Desde el ataque al Capitolio, muchos funcionarios, exfuncionarios y dirigentes republicanos criticaron abiertamente la decisión de Trump de arengar primero a los manifestantes y luego de justificar su ataque a la sede de uno de los poderes del Estado.
Incluso, los que no lo criticaron abiertamente, como el vicepresidente Mike Pence, quien tuvo que ser evacuado del recinto del Senado en pleno ataque, no lo apoyó públicamente desde ese día.
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