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El hijo la secretaria de la parroquia en la que fue asesinado el miércoles último el sacerdote Oscar Juárez fue detenido como sospechoso en la causa por la investigación del crimen, tras un allanamiento en su vivienda donde se secuestró ropa y calzado manchados aparentemente con sangre y un elemento punzante que pudo haber sido el arma homicida.

Fuentes policiales aseguraron que llegaron al sospechoso, de 30 años y de quien no fue suministrada su identidad, tras analizar las cámaras de seguridad municipales, y que la detención se concretó hoy durante un allanamiento en un domicilio ubicado en el pasaje Hernán Cortez al 3200, en el barrio Villa Luján, en la capital provincial.

La fiscal del caso, Adriana Giannoni, supervisó personalmente las diferentes tareas realizadas por los investigadores en la vivienda, donde encontraron elementos claves para la investigación.

Fuentes judiciales señalaron que llegaron hasta esa propiedad a partir de un seguimiento de las cámaras de seguridad ubicadas en inmediaciones de la iglesia San Martín de Porres, donde el religioso fue asesinado de 14 puñaladas, según el informe preliminar de la autopsia.

A partir de esas tareas lograron observar un automóvil de color blanco en la zona, en un horario coincidente con el que habría sido utilizado por el autor del crimen para escapar del lugar, y al seguir el recorrido de ese vehículo llegaron hasta la vivienda donde se realizó la medida judicial.

En el lugar se encontraron prendas de vestir y calzado, las que presentan manchas que serán analizadas para determinar si es sangre.

También se hallaron rastros similares en el vehículo en el que se movilizaba el aprehendido y durante la requisa se encontró un elemento punzo cortante que será peritado para establecer si se trata del arma homicida.

A partir de los elementos recolectados, la Fiscalía dispuso la aprehensión del sospecho y ordenó el secuestro del vehículo en que se desplazaba.

En un principio, la principal hipótesis que se manejaba era que Juárez había sido víctima de un homicidio en ocasión de robo, pero ahora el caso podría tener un giro a raíz de la cercanía de la víctima con el aprehendido.

El cadáver del sacerdote, tapado por una sábana, fue descubierto en la mañana del miércoles por una empleada de la parroquia, que vio que estaban violentadas las puertas de la casa donde se alojaba Juárez.

La víctima de 67 años, era sacerdote desde hacía 42 y durante los últimos 13 estuvo a cargo de la parroquia San Martín de Porres, según precisaron fuentes del arzobispado.